Villa de las Musas(Arellano, Navarra)



La Villa de las Musas se encuentra en Arellano(Navarra), posiblemente es la más conocida de la Comunidad Foral de Navarra. Está entre Pamplona y Logroño. Tardó bastante tiempo en consumarse, casi dos siglos tras la conclusión de las guerras entre astures y cántabros. En este momento, ya se empezarían a desarrollar estos núcleos poblacionales como sería el caso de Arellano. El dueño(dominus) de la Villa de las Musas posiblemente no vivía en ella de manera continuada. Cabe destacar el hecho de que las villas eran lugares de explotación agrícola pero también lugares utilizados por el dominus como un lugar de recreo. Pero la tranquilidad del emplazamiento se acabó cuando los germanos invadieron la Península Ibérica. Era el principio del fin, que se remataría con el abandono por parte de los visigodos en el año 482, que se consolida durante el siglo VI. 

La Villa de las Musas es descubierta de manera casual en diciembre de 1882, cuando el dueño del terreno estaba preparando la tierra de las viñas y encontró un mosaico. Aunque hasta el año 2000 no se descubre de manera completa, tendría un impulso bastante considerable cuando en 1985 se empezará a preocupar las instituciones por el Patrimonio Histórico Español y la redacción de la Ley de Patrimonio Histórico Español. Aunque en el 2000, aunque se pensaba que se había encontrado todo no seria as´pues después en 2011 se encuentra miliarios. 

La funcionalidad de la Villa, desde el momento de su fundación como en el del descubrimiento estaba destinada a la producción del vino. Recordemos la importancia del vino para los romanos y en este emplazamiento no será menos. Allí se ha encontrado en unas condiciones bastante buenas una bodega o cella vinario y que nos da una imagen de lo que podía ser en su momento el espacio. El vino debía fermentarse, cuando había pasado por el cortinale y fumarium para después dejarle reposar definitivamente en la bodega. 

Pero parece que en el siglo IV esta villa perdió su esencia vinícola, quedando solo destinada a la residencia del domunus y dedicada a la ganadería y el cultivo de cereales, En la propia villa tendría un horreum(donde se guardaba el forraje de alimento para los animales, el granarium(para almancenar la cosecha) y el stabulum(para guardar el ganado)


Pero a parte de estas estancias, la villa se compone en tres partes: pars urbana, pars agraria y pars fructuraria. En la pars urbana se encontraban las estancias más sencillas, tenñia un atrio sin techar para favorecer la entrada del agua en el impluvium. A partir de este patio se entraba a las estancias entre las que destaca la habitación del señor que evidentemente era la más rica en decoración, compuesta de mampostería y adobe recubierto de estuco intentando imita el marmol. 
En la pars agraria, contruida en el siglo IV que sería la zona más rica y que posteriormente sería el lugar de recreo del dominus. 

Por otro lado, lo fundamental del yacimiento arqueológico  y que destaca sobre todo lo demás son los mosaicos. El asunto de los mosaicos es importante, primero porque gracias a ello se encontró en 1882. En 1945 se decide enviar al Museo Arqueológico Nacional. El mosaico se divide en nueve compartimiento. En el primero aparecen la musa Calípe y Homero; en el segundo aparece la musa Terpsicore tocando el arpa y un caballero; en el tercero Melpómene y hombre en la piel de león, atributo de Hércules; el cuarto aparerece junto al hombre la musa Talia, portando una máscara de color azul; el quinto los protagonistas son Hyagnis y la musa Cauterpe; el sexto la musa Clío y Caduco; el septimo y octavo en el que aparece las musas Erato y Polimnia; sl noveno aparece Urania.


Pero a parte de estos elementos,se habían encontrado miliares que eran piezas pétrea que se ponían en las calzadas romanas. En este caso se encontrarían dos, una de ellas tiene una inscripción que hace referencia al emperador Constantino a comienzo del siglo IV. La segunda se encuentra en peores condiciones, no estaba grabado, posiblemente se encontraba en la calzada romana que unñia Jaca con Varea y que muestra la importancia de la explotación. 
ARMENDÁRIZ MARTIJA, Javier y VELAZA FRÍAS, Javier., “Dos miliarios romanos en Arellano: contribución al estudio de las comunicaciones viarias en época romana en Navarra”, Trabajos de arqueología Navarra 19 (2006), pp, 112-114.

Por último, debemos descatar un lugar del yacimiento arqueológico con un taubolio(taubolium), es decir un santuario en el que como su propio nombre indica rendçia culto al toro. Se conoce por el descubrimiento de dos aras con la inscripción de este bóvido, además de lajas de piedra sobre una bandeja lo cual muestra las ideas de ofrendras, así como objetos cerámicos y monetarios del siglo III. 
MEZQUÍRIZ IRUJO, Mª Ángeles (dir.) “El taurobolio de la Villa de las Musas (Arellano-Navarra)”, Trabajos de arqueología Navarra 17 (2004),

Como forma de poner en imagen todo lo explicado, a continuación nos encontramos un vídeo y un juego interactivo sobre la Villa romana. 


Bibliografía.
ARMENDÁRIZ MARTIJA, Javier y VELAZA FRÍAS, Javier., “Dos miliarios romanos en Arellano: contribución al estudio de las comunicaciones viarias en época romana en Navarra”, Trabajos de arqueología Navarra 19 (2006), págs. 109-126.
BLÁZQUEZ, José María., Mosaicos romanos de Navarra, Instituto Español de Arqueología del CSIC, Madrid, 1985.
MEZQUÍRIZ IRUJO, Mª Ángeles (dir.), “La villa de las musas. Estudio previo (Arellano-Navarra)”, Trabajos de arqueología Navarra 11(1993-1994), págs.55-100.
-  “El taurobolio de la Villa de las Musas (Arellano-Navarra)”, Trabajos de arqueología Navarra 17 (2004), págs. 247-252.
PEÑA CERVANTES, Yolanda., “La producción de vino y aceite en el valle medio del Ebro”, Anales de Prehistoria y Arqueología 27-28 (2011-2012), págs. 141-154.
SESMA SESMA, Jesús y TABAR SARRÍAS, Mª Inés., “La villa romana de las musas en Arellano y su adecuación para la visita pública”, Cuadernos de Arqueología Universidad de Navarra 19 (2011), págs. 265-299.
ORAÁ TOBALINA, Eva., La Villa de las musas: yacimiento arqueológico de Arellano, Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, Pamplona, 2008. 


Autor: Sara Varela Ruano

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