En esta nueva parada en
el conventus cesaraugustanus, veremos
la antigua ciudad romana de Bilbilis,
al menos lo que queda de sus restos, estamos hablando de la principal ciudad
del propio conventus, solo superada
por Caesaraugusta, y asentada sobre un emplazamiento estratégico de primer
orden, como luego se verá. Ocupando la superficie nada despreciable de 30
hectáreas.
Aunque tradicionalmente
se la ha asociado al actual municipio de Calatayud, lo cierto es que, en verdad,
aunque está situado en sus proximidades, pertenece al de Huérmeda, situado como
es lógico en la provincia de Zaragoza. Su importancia estratégica viene de la
mano de su posición en el espacio. Si se coge un mapa se verá como era ruta de
paso obligada en las calzadas que pretendían abandonar la meseta e introducirse
en el valle del Ebro, a través del sistema ibérico por la cual transcurría el
río Jalón, principalmente aquella calzada romana que unía Complutum con Caesaraugusta,
lo cual qué duda cabe, contribuyó a su consolidación como ciudad de primer
orden.
A nivel económico, más
allá de su pujanza comercial, lo cierto es que se asienta sobre una de las
comarcas más fértiles de Aragón, pues al contrario que la zona más alejada del
valle del Ebro, aquí los terrenos y la climatología eran aptos para el cultivo
de cereales y de otras especies como manzanas, así como el vino.
A nivel histórico, aunque
se desarrollará más adelante, cabe mencionar que, de manera previa a la llegada
de los romanos, existía un oppidum
celtibérico (los restos de esta antigua ciudad se han documentado bajo el foro
romano), el cual con motivo de la conquista fue arrasado y sobre él, terminaría
construyéndose la nueva ciudad, la cual antes de época imperial había
desempeñado un gran papel en las guerras sertorianas que enfrentaron a Sertorio
con Pompeyo. Una ciudad que no fue digna de tal nombre hasta que el emperador
Augusto, como hizo con muchos otros yacimientos, fueron promocionados a la
categoría de ciudad. Una urbs que vería como se la dotaba de los edificios que
hacen grande entre los siglos I-II d.C, aunque la mayor contribución vendría de
la mano tanto de Augusto como de Tiberio, probablemente esta teoría es
sostenida por los arqueólogos porque han sido en época de estos emperadores las
monedas que se han encontrado en las sucesivas excavaciones que se han
realizado. Si el siglo IV es la época dorada de las villae, lo fue en detrimento del mundo urbano que comenzó a perder
importancia en su favor. Esto fue lo que sucedió con Caesaraugusta, que a partir del siglo citado comenzó a perder
importancia hasta que durante los siglos V-VI, fue abandonada y quedó subsumida
en la historia. Las primeras investigaciones tuvieron lugar por Carlos Ram de
Riu en torno a 1900, en 1933 excavó en Bilbilis Schulten y en los años setenta del siglo pasado lo haría
Manuel Martín-Bueno, momento a partir del cual se dio a conocer gran parte de
lo que se conoce actualmente.
Plano Bilbilis. García Villalba, Claudia y Sáenz Preciado, Jesús Carlos. 2015, 222.
Como es lógico, no podría
comenzarse a desarrollar los principales edificios, sin antes hablar acerca de
que elementos condicionaron su edificación, uno de ellos, quizás el más
importante, es el relieve. Un relieve que per
se proporcionaba a Bilbilis la cualidad de convertirse en un baluarte
defensivo prácticamente inmejorable. Pero que, como contrapartida, obligaba a
adaptarse a sus desniveles, ello fue una de las razones por las que se pusieron
en marcha las llamadas técnicas de aterrazamiento (construir la ciudad a
distintos niveles, allanando cada uno de ellos y asegurando firmemente las
construcciones a la tierra), estos niveles eran el inferior donde estaban las
termas, el medio donde se encontraban las viviendas y el teatro y el más
elevado el del foro culminado por templo de culto.
Como toda ciudad que se
precie, debía tener un foro. Así fue, como ya sabréis, se situaba prácticamente
en la confluencia del cardus y el decumanus. Aquí tenían lugar actividades
sociales de índole política, religiosa o económica, además de social, porque no
hay que olvidar que era en el foro donde los individuos más preponderantes
socialmente contaban con una escultura propia símbolo de estatus. Aunque se
construyó a caballo entre los reinados de Agusto y Tiberio, parece que Trajano
en el siglo siguiente dejó su huella. Dentro de esta parte de la ciudad se
encontraban la basílica donde se impartía justicia, la curia, donde los
curiales deliberaban sobre todo asunto que incumbiese a la ciudad y el templo,
en el cual se rendía culto a la tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva),
así como al emperador. Al ser un espacio porticado el foro, en ocasiones se
daba la situación de que en los soportales se aprovechaban para poner a la
venta objetos de prestigio (tabernae),
mientras que aquellos productos de primera necesidad se adquirían en el
conocido como mercatum.
Restos del foro, con el templo en la cúspide. https://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%ADlbilis#/media/File:Ciudad_romana_de_Bilbilis,_Calatayud,_Espa%C3%B1a_2012-05-16,_DD_02.JPG.
Una vez expuesto el foro,
es hora de adentrarse en el conocimiento del teatro, éste se encontraba
extramuros como es común que sucediera en muchas ciudades romanas, debido
fundamentalmente a razones de espacio, se encontraba el teatro, en este caso se
aprovechó el relieve del terreno para enclavar en la roca el graderío o cavea (inma, media y summa según la altitud a la que se encontraran las
gradas). El diámetro de dicho graderío llegó a alcanzar 78 metros. Su capacidad
tampoco era nada desdeñable, ya que se ha estimado que dicho teatro pudiera
albergar a 4.500 personas. El drenaje del teatro era posible gracias a una
cloaca que transcurría bajo el mismo y la cual estaba recubierta por hormigón
hidraúlico al tener este material la cualidad de ser impermeable. El escenario
al que dirigían sus miradas los espectadores, tenía dos partes: la orchestra y el frons scenae, situadas
ambas en una posición enfrentada al graderío para que pudiera verse la obra. El
sacellum o recinto sagrado se situaba
en la summa cavea. Desgraciadamente
no se encuentra en un estado de conservación mucho mejor, debido a que a lo
largo del tiempo el yacimiento de Bilbilis ha sido utilizado como una cantera
para proveerse de materiales para futuras construcciones. En términos
generales, parece que el teatro fue construido a caballo entre época flavia y antonina
(mediados siglo I y siglo II).
Las termas que se
encuentras en el nivel inferior de la ciudad fueron construidas casi con total
seguridad a principios del siglo I d.C, ya que para cuando concluyó el
siguiente siglo, las mismas ya estaban prácticamente en desuso. Contaba con las
estancias características de una terma (baño público las balnea eran privadas); frigidarium
(baño frío), tepidarium (sala
templada), caldarium (baño caliente).
Evidentemente el agua de estas estancias era llevada a unas cisternas que
proporcionaban el agua necesaria.
También se han
documentado en la ciudad ejemplos de viviendas, de cierto poder adquisitivo,
que nos permite hacernos una idea acerca del modo de vida de los lugareños. Ejemplo característico es la conocida como Domus I, la cual fue construida según
parece coincidiendo con el inicio de la época imperial (finales del siglo I
a.C), se encuentra situada de manera contigua a las termas. Desde la calle se
podía tanto acceder a la vivienda como comprar productos en las tabernae que se encontraban incrustadas
en el edificio, esto es algo que se ha visto también en otros yacimientos. La
estructura de la vivienda era muy sencilla, no hay imaginarse algo similar a
las grandes villae, que habréis
podido leer en el blog, se organizaba en torno a un atrio tetrástilo (cuatro
columnas), alrededor del cual se distribuían las estancas de la domus: los cubiculae (dormitorios), balneum (baños privados,
contaban con praefurnium-horno- e hypocaustum-sistema
de calefacción-), tablinium (despacho
o área de trabajo del pater familiae),
triclinium o lugar de celebración de banquetes, y la cella ostiaria, algo denota un gran poder adquisitivo pues
albergaba al guardián una especie de mayordomo que anunciaba al señor las
visitas o velaba por la no profanación del carácter privado del hogar. Los
materiales utilizados eran bastante sencillos, siendo hegemónicos en el patio
el empleo de yeso, salvo en los capiteles que se hacían en piedra tallada.
Domus
I. Uribe Aguado, Paula. 2004, 209.
Bibliografía
García Villalba, Claudia
y Sáenz Preciado, Jesús Carlos. 2015: “Municipium
augusta bilbilis ¿Paradigma de la crisis de la ciudad julio-claudia? En
Brassous Lourent y Quevedo Sánchez, Alejandro (coords.) Urbanisme civique en
temps de crisis: les espaces publics d´Hispania et l´Occident romain entre les
IIe et le 4e, 221-236.
Márquez, Carlos y
Ventura, A. 2006: Jornadas sobre teatros
romanos en Hispania. Córdoba 2002, Córdoba.
Martín-Bueno, Manuel y
Sáenz Preciado, Carlos. 2004 (marzo) : “Bilbilis. La ciudad de Marcial”, Kausis, 44-47.
Uribe Agudo, Paula. 2004:
“Arquitectura doméstica en Bilbilis: la domus I”, Saldvie 4, 191-220.
Bilbilis
Autor: Sara Varela Ruano
No hay comentarios:
Publicar un comentario