Esta vez nos trasladamos hacia la ciudad de Astorga, que en época romana fue uno de los mayores centros romanos en el noroeste peninsular. Una ciudad muy próxima a las minas de oro de Las Médulas y que por lo tanto sirvió de centro comercial y aurífero al Imperio. Una ciudad bañada en oro.
La ciudad se remonta a época prerromana, pues Ptolomeo se refirió a ella como ciudad de astures y capital de los amacos. Sin embargo, no hay pruebas arqueológicas fehacientes de que Astorga estuviera poblada en los momentos previos a la llegada de Roma.
La ciudad se remonta a época prerromana, pues Ptolomeo se refirió a ella como ciudad de astures y capital de los amacos. Sin embargo, no hay pruebas arqueológicas fehacientes de que Astorga estuviera poblada en los momentos previos a la llegada de Roma.
Imagen sacada del artículo de Cuervo Álvarez. pág. 73
Por el contrario, Astorga se asemeja a las demás poblaciones fortificadas de la región, cuyo origen prerromano es bien conocido, estando situada sobre un pequeño promontorio de 890 m. de altura, dominando el paso de Galicia, con lo que su posición resulta segura y estratégica.
El
origen de Astorga es el campamento militar romano de la Legio X Gemina (finales
del siglo I d.C.), como lo constatan las cinco inscripciones de esta legión en
la ciudad que se encargó de la incorporación al Imperio romano del territorio
Astur que acabaría transformándose en un importante núcleo civil. Hacia el año
19 a.C. se asentará una parte de la citada legión sobre el pequeño cerro en el
que hoy se encuentra el centro de la ciudad.
Imagen sacada del artículo de Cuervo Álvarez. pág. 77
El
campamento daría paso a una fundación civil en torno a finales del reinado de
Tiberio o comienzos del reinado de Claudio. Existió una primera construcción de
dos fosos como sistema defensivo que todavía hoy se conservan, pero desde que
la población se convierte en ciudad romana, se levanta una primera muralla. El
interior de la urbs Asturica Augusta albergaba
un área que debía cumplir las funciones de Foro. Presenta exedras
semicirculares y cuadradas, algunas en posición axial. En su lado occidental se
abre un espacio pavimentado de opus sectile, que presenta una entrada in
antis. Construido en opus caementicium, por medio de un encofrado
de madera, su construcción motivó la elevación de toda el área en la que se
enclava.
En
el interior de Asturica Augusta se encontraban las denominadas Termas Mayores y
Termas Menores. Las primeras se hallan en el centro de la ciudad. Se
construyeron a mediados del s. I d. C y se cree su se prolongó hasta mediados
del siglo III.
La
ciudad también estaba dotada de dos sistemas de alcantarillado, uno data de la
época de la dinastía Julio-Claudia y el segundo de época Flavia.
Una
de las principales razones por las que se explica la importancia de Asturica
Augusta es por su vital posición en el comercio de Hispania. Esta ciudad
comunicaba a través de las vías por la costa, de manera que era un punto clave
en el comercio. Además, Asturica era el principal centro minero del noroeste de
Hispania, desde el cual se controlaban todas las explotaciones de la zona y
cuya importancia aurífera era de gran necesidad para el Imperio Romano.
De
esta manera se puede concluir que la importancia de Asturica Augusta como
ciudad del Norte de Hispania era sin lugar a dudas la de un centro económico,
comercial y militar para Roma. Un lugar que pasó a ser capital del conventus
que lleva su nombre y cuya importancia para el Imperio no cesó hasta la crisis
del Bajo Imperio Romano ya en el siglo III.
Bibliografía
CUERVO ÁLVAREZ,
Benedicto, La urbs Asturica Augusta, en
“Historia Digital”, 14, (s.l., 2014), págs. 72-110.
BURÓN ÁLVAREZ, Milagros y GARCÍA MARCOS, Victorino, en "Termas romanas en el occidente del Imperio: II Coloquio Internacional de Arqueología en Gijón, (Gijón, 1999), págs. 207-214.
VIDAL ENCINAS, Julio Manuel, en "Actas de los XII Cursos Monográficos sobre el Patrimonio Histórico", Reinosa, 2001, págs. 357-380.
Por: Álvaro Rodríguez
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