La
urbs de Lucus Augusti es una de las
más significativas del norte peninsular. Es conocida fundamentalmente por sus imponentes
murallas, y son estas murallas las que vamos a tratar más en profundidad en
esta entrada del blog. Además, también hablaremos de los baños de Lugo, las
termas.
La
muralla estaba diseñada para proteger toda la ciudad, en estos términos hacía
falta la construcción de un foso en el exterior del muro para garantizar la protección
del recinto. En las labores de excavación de 1986 se encontraron restos de un
foso situado a tan solo cuatro metros de la muralla y con una anchura de 25
metros. Se desconoce si el foso tenía agua o estaba vacío, las excavaciones e
investigaciones arqueológicas no han dado prueba de que estas estuvieran llenas
de agua.
Imagen sacada de López de Rego Urarte. pág. 108.
La
muralla consta de dos partes a modo de hojas, estas partes están compuestas de
lascas de pizarra pegadas con cal. Se usó mayoritariamente pizarra porque es un
material de gran abundancia en la zona, también es posible localizar restos de
granito en la composición de la muralla. La muralla de Lugo tiene la friolera
de 2266 metros de extensión, es decir, rodea por completo el casco urbano de la
ciudad.
El
relleno de la muralla está compuesto mediante tongadas. Esta composición permite
que la muralla sea flexible y que provocan deformaciones en la muralla. A estas
tongadas compuestas de cal y mampostería se le añaden lacas de pizarra sin cal,
estas lascas están colocadas en forma de espina de pez, es decir, opus spicatum. Esta forma de colocar las
lascas permite que el agua pueda fluir entre la piedra a fin de impedir un deterioro
de la muralla.
Alrededor
de la muralla y guardando el acceso a esta tenemos la presencia de varias
torres. Estas torres están compuestas en muchos casos por sillares de granito y
en otras por la propia pizarra de la que está también compuesta la muralla. En un
inicio, la muralla tenía 85 torres, de las que nos ha llegado la existencia de
71. Algunas de ellas son de planta rectangular y otras de planta circular,
aunque abundan más las de planta rectangular.
Si
damos un paseo por Lugo podemos apreciar la belleza de sus calles y la muralla
que rodea su casco histórico. Además no es extraño ir caminando y hallar en el
suelo un cristal bajo el cual se hallan restos de un antiguo balneum romano.
Imagen sacada de C. Carreño. pág. 344.
Dentro
de las termas privadas de Lugo podemos hallar las de Santo Domingo y las instalaciones
termales de la calle de los Clérigos. Ambas termas estaban compuestas de opus signinum y se conserva el praefrunium de las dos instalaciones. Hay
que recordar que las termas estaban compuestas por una serie de habitaciones
entre las que destacaban el frigidarium
o sala fría, el tepidarium o sala
templada y el caldarium que era la sala
más caliente de la instalación.
No
solo había termas privadas en Lugo, sino también termas públicas, a las que podía
ir todo el que quisiera sin necesidad de tener unas en su casa. Eso sí, había que
andar un rato. Las termas públicas no estaban en el centro de la ciudad, sino a
800 metros del centro y a orillas del Miño. Tan solo se conservan dos salas,
una que se ha identificado con el apoyterium
y otra que no se ha podido identificar.
Imagen sacada de C. Carreño. pág. 346.
Bibliografía
LÓPEZ DE REGO URIARTE, José Ignacio, La muralla romana de Lugo: sistema constructivo, en "Boletín do Museo Provincial de Lugo", 12, (Lugo, 2005), págs. 71-108.
CARREÑO, C, Baños privados y termas públicas en el Lugo romano, en "Espacio tiempo y forma. Serie II, Historia Antigua, 5, (s.l., 1995), págs. 337-350.
Por: Álvaro Rodríguez
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