Bienvenidos seáis todos
nuestros visitantes. Continuamos en tierras leonesas, esta vez con una de las
villas más importantes de la región, la de Los Villares. Enmarcada en las
cercanías de Quintana del Marco, valga la redundancia, esta villa es uno de los
mejores ejemplos de lujo romano de la zona. Sin más dilación vamos al apartado
teórico y a ver qué os parece esta maravillosa villae.
Este
yacimiento, excavado desde 1898 es uno de los más significativos de León desde
el punto de vista artístico. Estamos ante una de las colecciones de mosaicos más
impresionantes de toda la fachada norte peninsular.
A
pesar de que el yacimiento se encontró muy deteriorado por los expolios y las
labores agrícolas de la zona se pudieron rescatar varios mosaicos. Uno de estos
es el llamado mosaico de “Hilas y las Ninfas”. Este mosaico es el más famoso de
la provincia de León, conservado en el Museo Arqueológico homónimo.
Se
trata de una escena mitológica harta conocida en la antigüedad que habla sobre
el rapto de Hilas por parte de las ninfas. En el relato se habla de lo
siguiente:
“Hilas, escudero y amante de Hércules, era un joven de gran belleza.
Durante la expedición de los Argonautas, en una escala en Misia, Hilas recibió
el encargo de ir a por agua a un lago, donde habitaban las ninfas. Cuando estas
lo vieron llegar quedaron prendadas de su belleza lo raptaron y le confirieron
la inmortalidad. Hércules, desolado, lo buscó en vano mientras que los
argonautas los abandonaban a ambos y seguían con su expedición”. En el mosaico leonés
se representa el momento exacto en el que las Ninfas agarran a Hilas y lo arrastran
con ellas hacia las aguas del lago.
El asentamiento estaba
muy próximo a las ciudades de Clunia y de Uxama, de manera que se piensa que
pudo haber relación a través de vías secudnarias. No muy alejada está la Vía
Nova, que une la ciudad de Asturica Augusta con Bracara Augusta. La ocupación romana
se remonta al siglo I d.C, en plena época altoimperial, pero los mosaicos tan
ricos que tiene la villa son de época bajoimperial, es decir, del siglo III
d.C.
La villa conoció su
final en el siglo V d.C., con la llegada de las invasiones bárbaras a la península
ibérica y dejó de estar habitada hasta que se encontraron los restos a fines
del siglo XIX.
Bibliografía
Ruegueras Grande, F. (1999), Algo más sobre los mosaicos leoneses, en
“Brigecio: revista de estudios de Benavente y sus tierras”, Nº9, págs. 57-72.Gutiérrez Pérez, J, Villalobos García, R y Odriozola Lloret, C. (2014), Teselas de color verde de los mosaicos de Aquiles en Skyros (La Olmeda, Pedrosa de la Vega, Palencia), Océano y Las Nereidas (Villa Possidica, Dueñas, Palencia) e Hilas y las Musas (Los Villares, Quintana del Marco, León), en “Investigaciones Arqueológicas en el Valle del Duero: Del Paleolítico a la Antigüedad Tardía”, Glyphos Publicaciones, págs 369-385.
Por: Álvaro Rodríguez
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