Esta gran cantera de piedra caliza, próxima a Tarraco, sería una de las principales canteras de la región. Para los romanos las construcciones de piedra eran bien conocidas para edificios que buscaban ser de un carácter imperecedero o cimientos, aunque los materiales de construcción más usados serían la madera, el ladrillo y el hormigón. Serviría para realizar los edificios más importantes de Tarraco en época republicana y se seguiría usando en época imperial. Se encuentra próxima a la Vía Augusta, lo que facilitaría su comercio y distribución.
Cuando la roca era blanda se usaban sierras dentadas o cables de acero, obteniéndose un trozo muy limpio, si era dura debían de recurrir a la inserción de cuñas de madera o metal. Al bloque extraido se le daba forma con un pico de acero llamado maellus, para dejar el bloque completamente liso y cuadrado o con la forma conveniente en otros casos, como para hacer una dovela de un arco.
BIBLIOGRAFÍA:
Revista del Ministerio de Fomento, "Las canteras de la imperial Tarraco. El Médol" Vol. 596, 2010, pp. 70-75.
Por Rafael Guerrero.
Las bodegas romanas de Teià (Barcelona)
La zona del conventus tarraconensis parece haber sido una zona de importancia para la producción de vino, al parecer no era un vino que tuviera una gran calidad, pero Plinio el Viejo habla de su popularidad. Se empezaría a realizar ésta actividad a mediados del siglo I d. C, si bien se iría intensificando en el siglo II d. C.
Las construcciones no incluyen solo almacenes y campos de cultivo, también se encuentran edificios tan llamativos como el calcatorium que era un pequeño hoyo en el suelo para realizar la pisa de la uva o el lacus vinarus donde se fermentaria el mosto.
Lacus vinarus calcatorium
BIBLIOGRAFÍA:
MARTÍN I OLIVERAS A. (2011-1012) Anales de prehistoria y arqueología, "Arqueología dle vino en época romana: el proyecto de Celia Vinaria y el complejo vitivinícola de Vallmora (Teià-Maresme, Barcelona)", Vol. 27-28, pp. 113-139.
Por Rafael Guerrero.
Las construcciones no incluyen solo almacenes y campos de cultivo, también se encuentran edificios tan llamativos como el calcatorium que era un pequeño hoyo en el suelo para realizar la pisa de la uva o el lacus vinarus donde se fermentaria el mosto.
Lacus vinarus calcatorium
BIBLIOGRAFÍA:
MARTÍN I OLIVERAS A. (2011-1012) Anales de prehistoria y arqueología, "Arqueología dle vino en época romana: el proyecto de Celia Vinaria y el complejo vitivinícola de Vallmora (Teià-Maresme, Barcelona)", Vol. 27-28, pp. 113-139.
Por Rafael Guerrero.
Yacimiento de Iesso (Lérida)
Nos hallamos ante Iesso, bajo la actual ciudad de Guissona, en la provincia de Lérida. Parece haber sido un asentamiento romano importante que se fundaría alrededor del siglo I a. C, y tendría cierta influencia en todo el ámbito de la provincia de Lérida como centro de comercio.
Sigue la red ortogonal y los patrones de urbanismo romanos de la época, y lo más destacarle posiblemente sea su gran muralla, que la rodea. Además tiene unas termas y dos necrópolis bien documentadas.
Fue mencionada por Plinio el Viejo y por Ptolomeo, lo que permitió ser de los primeros yacimeintos de ésta zona descubiertos, en el año 1933.
BIBLIOGRAFÍA:
GUITART Y DURAN J. PERA I ISERN J. y ROS J. (2003) Actes de les jornades d`arqueologia y paleontologia 2000, "Arqueologia a l`antigua ciutat romana de Iesso", Vol. 1, pp. 313-342.
Por Rafael Guerrero.
Sigue la red ortogonal y los patrones de urbanismo romanos de la época, y lo más destacarle posiblemente sea su gran muralla, que la rodea. Además tiene unas termas y dos necrópolis bien documentadas.
Fue mencionada por Plinio el Viejo y por Ptolomeo, lo que permitió ser de los primeros yacimeintos de ésta zona descubiertos, en el año 1933.
BIBLIOGRAFÍA:
GUITART Y DURAN J. PERA I ISERN J. y ROS J. (2003) Actes de les jornades d`arqueologia y paleontologia 2000, "Arqueologia a l`antigua ciutat romana de Iesso", Vol. 1, pp. 313-342.
Por Rafael Guerrero.
Yacimiento de l`Alqueria de Moncofa (Castellón)
Este yacimiento del que me dispongo a hablar parece haber sido un centro de producción importante durante el Imperio, si bien un as (moneda de bronce de romana) de la época de Pompeyo Magno nos indica sus orígenes en época tardorrepublicana. Parece haber sido un villa con finalidad de explotación agrícola cuya existencia se prolongaría hasta el siglo IV d. C. Se encuentra junto a la vía Augusta, lo que facilitaría sus relaciones comerciales con otras regiones. La vía Augusta era un vía que recorría toda la costa Mediterránea y la Bética, y parece haber sido de importancia fundamental en la Península Ibérica.
Se han encontrado también restos en grandes cantidades de cerámica común, de utensilios agrícolas y de terra sigilata africana e hispanica. La terra sigilata es una cerámica de gran calidad que se daría durante toda la época imperial, existían de tipo italica, galica, hispanica, y del norte de África, las de mayor calidad serían las dos primeras. Se trataría de una cerámica, como se muestra en la foto, muy fina, decorada, de colores rojizos y brillantes gracias a un barniz y realizada gracias a un molde, la existencia de ésta cerámica indica dinero.
En la villa también se han encontrado numerosas construcciones de tipo agrícola y una suerte de estanques para almacenar agua, posiblemente para regadío.
BIBLIOGRAFÍA:
OLIVER FOIX A. y MORAÑOPOBLADOR I.(1998), Quaderns de prehistòria y arquelogia de Castelló, El yacimiento romano de l`Alqueria de Moncofa, Vol. 19, pp. 371-394
Por Rafael Guerrero.
Se han encontrado también restos en grandes cantidades de cerámica común, de utensilios agrícolas y de terra sigilata africana e hispanica. La terra sigilata es una cerámica de gran calidad que se daría durante toda la época imperial, existían de tipo italica, galica, hispanica, y del norte de África, las de mayor calidad serían las dos primeras. Se trataría de una cerámica, como se muestra en la foto, muy fina, decorada, de colores rojizos y brillantes gracias a un barniz y realizada gracias a un molde, la existencia de ésta cerámica indica dinero.
En la villa también se han encontrado numerosas construcciones de tipo agrícola y una suerte de estanques para almacenar agua, posiblemente para regadío.
BIBLIOGRAFÍA:
OLIVER FOIX A. y MORAÑOPOBLADOR I.(1998), Quaderns de prehistòria y arquelogia de Castelló, El yacimiento romano de l`Alqueria de Moncofa, Vol. 19, pp. 371-394
Por Rafael Guerrero.
Acueducto del Gayá, cerca de Tarraco.
El agua es fundamental para todas las ciudades, y esto los romanos lo tenían muy presente, por lo que vamos a ver un acueducto.
Un acueducto es un sistema que transporta agua a las ciudades, se constituye de un sistema de cañerías, no necesariamente sobre arcos de piedra como estamos acostumbrados, ésto se haría para salvar desniveles, pero ni mucho menos es todo el acueducto. Se harían normalmente de hormigón dado la ligereza de dicho material que permitiría una construcción más fácil. Muchas veces se harían túneles en montañas y colinas para favorecer el paso de agua y también se construirían pozas para que, al caer el agua en éstas, se limpiase de impurezas y siguiera su camino. Estos acueductos requerirían un mantenimiento constante.
El acueducto de Gayá satisfaría las necesidades de agua de la ciudad de Tarraco, y sería construido a principios del Imperio, a finales del siglo I a. C. Tendría una longitud total de 45 km, la mayor parte se hizo mediante la construcción de bóvedas de arcos de medio punto recubierto por opus signinum por el cual discurriría el agua. El opus signinum hormigón realizado con fragmentos cerámicos que serían muy ligeros para poder ir sobre los arcos. Al final de su trayecto, hay un sistema de sifón invertido para salvar el desnivel y llegar así a Tarraco.
BIBLIOGRAFÍA:
SÁNCHEZ LÓPEZ E. y MARTÍNEZ JIMÉNEZ J. (2016) Los acueductos de Hispania, Fundación Juanillo Turriano, Madrid, pp. 160-163.
Por Rafael Guerrero.
Un acueducto es un sistema que transporta agua a las ciudades, se constituye de un sistema de cañerías, no necesariamente sobre arcos de piedra como estamos acostumbrados, ésto se haría para salvar desniveles, pero ni mucho menos es todo el acueducto. Se harían normalmente de hormigón dado la ligereza de dicho material que permitiría una construcción más fácil. Muchas veces se harían túneles en montañas y colinas para favorecer el paso de agua y también se construirían pozas para que, al caer el agua en éstas, se limpiase de impurezas y siguiera su camino. Estos acueductos requerirían un mantenimiento constante.
El acueducto de Gayá satisfaría las necesidades de agua de la ciudad de Tarraco, y sería construido a principios del Imperio, a finales del siglo I a. C. Tendría una longitud total de 45 km, la mayor parte se hizo mediante la construcción de bóvedas de arcos de medio punto recubierto por opus signinum por el cual discurriría el agua. El opus signinum hormigón realizado con fragmentos cerámicos que serían muy ligeros para poder ir sobre los arcos. Al final de su trayecto, hay un sistema de sifón invertido para salvar el desnivel y llegar así a Tarraco.
BIBLIOGRAFÍA:
SÁNCHEZ LÓPEZ E. y MARTÍNEZ JIMÉNEZ J. (2016) Los acueductos de Hispania, Fundación Juanillo Turriano, Madrid, pp. 160-163.
Por Rafael Guerrero.
Iluro
Hablemos sobre un asentamiento que se halla bajo la actual Mataró, en la provincia de Barcelona. Éste sería la ciudad romana de Iluro, sería fundada ex novo en el siglo I a. C, con población procedente de a cercana Ilduro.
Se puede ver de Iluro su trazado ortogonal, es decir, una ciudad trazada en cuadrícula, con avenidas perpendiculares unas a otras, no como las ciudades medievales que tendrían un trazado más anárquico, se basaría en dos calles, el Cardo Máximo y el Decumanus Maximo, serían las dos principales calles, y donde se cruzan se encuentra el foro.
El foro era un edificio donde se comerciaban bienes de lujo, se encontraba la curia, una suerte de ayuntamiento donde se tomaban las decisiones de la ciudad, y el templo para rendir culto a los dioses.
Además se conservan edificios como una gran cisterna para abastecer a la ciudad de agua, calles, casas y otros edificios, entre los que cabe destacar una iglesia paleocristiana, es decir, una iglesia de los primeros cristianos.
Recreación del Cardo Máximo de Iluro.
BILBIOGRAFÍA:
MARTÍN I MENÉNDEZ A. y GARCÍA ROSELLÓ J. (2002) Valencia y las primeras ciudades romanas, "La romanización del territorio de los layetanos y la ciudad romana de Iluro (Hispania Tarraconensis), pp. 195-204.
Por: Rafael Guerrero.
Se puede ver de Iluro su trazado ortogonal, es decir, una ciudad trazada en cuadrícula, con avenidas perpendiculares unas a otras, no como las ciudades medievales que tendrían un trazado más anárquico, se basaría en dos calles, el Cardo Máximo y el Decumanus Maximo, serían las dos principales calles, y donde se cruzan se encuentra el foro.
El foro era un edificio donde se comerciaban bienes de lujo, se encontraba la curia, una suerte de ayuntamiento donde se tomaban las decisiones de la ciudad, y el templo para rendir culto a los dioses.
Además se conservan edificios como una gran cisterna para abastecer a la ciudad de agua, calles, casas y otros edificios, entre los que cabe destacar una iglesia paleocristiana, es decir, una iglesia de los primeros cristianos.
Recreación del Cardo Máximo de Iluro.
BILBIOGRAFÍA:
MARTÍN I MENÉNDEZ A. y GARCÍA ROSELLÓ J. (2002) Valencia y las primeras ciudades romanas, "La romanización del territorio de los layetanos y la ciudad romana de Iluro (Hispania Tarraconensis), pp. 195-204.
Por: Rafael Guerrero.
La necrópolis del Cami de la Platja dels Cossis y la romanización.
La romanización es el proceso cultural por el cual los indígenas originarios del territorio van adquiriendo paulatinamente la cultura romana, y aquí tenemos un claro de ejemplo de ésta transición. La forma de enterrar a los muertos posiblemente sea el último rasgo que cambia en un pueblo. En ésta necrópolis próxima a Tarraco se puede ver dicha transición. Entre los pueblos ibéricos el ritual funerario tradicional es la incineración, mientras que los muertos romanos serían enterrados. Así pues en ésta necrópolis hay en un primer momento en el siglo I d. C una coexistencia entre ambos rituales funerarios, sin embargo en el siglo II y III se ve una preeminencia de la inhumación con alguna incineración tradicional, por lo que se puede decir que la aculturación, es decir, la imposición de una cultura sobre otra, es total. Desde el siglo II, la incineración pasaría a ser una práctica residual en ésta zona.
BIBLIOGRAFÍA:
SEVILLA CONDE A. (2009) Saldvie: Estudios de prehistoria y arqueología, "El impacto de romanización en los territorios de la Provincia Tarraconensis a través de la arqueología funeraria" Vol. 9, pp. 229-248.
Por Rafael Guerrero.
SEVILLA CONDE A. (2009) Saldvie: Estudios de prehistoria y arqueología, "El impacto de romanización en los territorios de la Provincia Tarraconensis a través de la arqueología funeraria" Vol. 9, pp. 229-248.
Por Rafael Guerrero.
Una villa romana autosuficiente
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0CdXXRIc8ezpxGA2vqFxWpPYwIzykHExZDSj42X9QFg6Z1YYlzQYns0GMp-FOZWwtdOtUF7H53FV04SoqJOlKYZF2QuaWRKdxyzcTyw6JR6KkxBEfMuxlLX5P3a-gHI7loD7Y3B9JMijX/s1600/la+villa+romana.png.
Sara Varela Ruano.
Sara Varela Ruano.
Partes de un teatro romano
Vicente Castro Martínez
Órdenes Clásicos
Lucus Augusti
La
urbs de Lucus Augusti es una de las
más significativas del norte peninsular. Es conocida fundamentalmente por sus imponentes
murallas, y son estas murallas las que vamos a tratar más en profundidad en
esta entrada del blog. Además, también hablaremos de los baños de Lugo, las
termas.
La
muralla estaba diseñada para proteger toda la ciudad, en estos términos hacía
falta la construcción de un foso en el exterior del muro para garantizar la protección
del recinto. En las labores de excavación de 1986 se encontraron restos de un
foso situado a tan solo cuatro metros de la muralla y con una anchura de 25
metros. Se desconoce si el foso tenía agua o estaba vacío, las excavaciones e
investigaciones arqueológicas no han dado prueba de que estas estuvieran llenas
de agua.
Imagen sacada de López de Rego Urarte. pág. 108.
La
muralla consta de dos partes a modo de hojas, estas partes están compuestas de
lascas de pizarra pegadas con cal. Se usó mayoritariamente pizarra porque es un
material de gran abundancia en la zona, también es posible localizar restos de
granito en la composición de la muralla. La muralla de Lugo tiene la friolera
de 2266 metros de extensión, es decir, rodea por completo el casco urbano de la
ciudad.
El
relleno de la muralla está compuesto mediante tongadas. Esta composición permite
que la muralla sea flexible y que provocan deformaciones en la muralla. A estas
tongadas compuestas de cal y mampostería se le añaden lacas de pizarra sin cal,
estas lascas están colocadas en forma de espina de pez, es decir, opus spicatum. Esta forma de colocar las
lascas permite que el agua pueda fluir entre la piedra a fin de impedir un deterioro
de la muralla.
Alrededor
de la muralla y guardando el acceso a esta tenemos la presencia de varias
torres. Estas torres están compuestas en muchos casos por sillares de granito y
en otras por la propia pizarra de la que está también compuesta la muralla. En un
inicio, la muralla tenía 85 torres, de las que nos ha llegado la existencia de
71. Algunas de ellas son de planta rectangular y otras de planta circular,
aunque abundan más las de planta rectangular.
Si
damos un paseo por Lugo podemos apreciar la belleza de sus calles y la muralla
que rodea su casco histórico. Además no es extraño ir caminando y hallar en el
suelo un cristal bajo el cual se hallan restos de un antiguo balneum romano.
Imagen sacada de C. Carreño. pág. 344.
Dentro
de las termas privadas de Lugo podemos hallar las de Santo Domingo y las instalaciones
termales de la calle de los Clérigos. Ambas termas estaban compuestas de opus signinum y se conserva el praefrunium de las dos instalaciones. Hay
que recordar que las termas estaban compuestas por una serie de habitaciones
entre las que destacaban el frigidarium
o sala fría, el tepidarium o sala
templada y el caldarium que era la sala
más caliente de la instalación.
No
solo había termas privadas en Lugo, sino también termas públicas, a las que podía
ir todo el que quisiera sin necesidad de tener unas en su casa. Eso sí, había que
andar un rato. Las termas públicas no estaban en el centro de la ciudad, sino a
800 metros del centro y a orillas del Miño. Tan solo se conservan dos salas,
una que se ha identificado con el apoyterium
y otra que no se ha podido identificar.
Imagen sacada de C. Carreño. pág. 346.
Bibliografía
LÓPEZ DE REGO URIARTE, José Ignacio, La muralla romana de Lugo: sistema constructivo, en "Boletín do Museo Provincial de Lugo", 12, (Lugo, 2005), págs. 71-108.
CARREÑO, C, Baños privados y termas públicas en el Lugo romano, en "Espacio tiempo y forma. Serie II, Historia Antigua, 5, (s.l., 1995), págs. 337-350.
Por: Álvaro Rodríguez
Asturica Augusta (Astorga)
Esta vez nos trasladamos hacia la ciudad de Astorga, que en época romana fue uno de los mayores centros romanos en el noroeste peninsular. Una ciudad muy próxima a las minas de oro de Las Médulas y que por lo tanto sirvió de centro comercial y aurífero al Imperio. Una ciudad bañada en oro.
La ciudad se remonta a época prerromana, pues Ptolomeo se refirió a ella como ciudad de astures y capital de los amacos. Sin embargo, no hay pruebas arqueológicas fehacientes de que Astorga estuviera poblada en los momentos previos a la llegada de Roma.
La ciudad se remonta a época prerromana, pues Ptolomeo se refirió a ella como ciudad de astures y capital de los amacos. Sin embargo, no hay pruebas arqueológicas fehacientes de que Astorga estuviera poblada en los momentos previos a la llegada de Roma.
Imagen sacada del artículo de Cuervo Álvarez. pág. 73
Por el contrario, Astorga se asemeja a las demás poblaciones fortificadas de la región, cuyo origen prerromano es bien conocido, estando situada sobre un pequeño promontorio de 890 m. de altura, dominando el paso de Galicia, con lo que su posición resulta segura y estratégica.
El
origen de Astorga es el campamento militar romano de la Legio X Gemina (finales
del siglo I d.C.), como lo constatan las cinco inscripciones de esta legión en
la ciudad que se encargó de la incorporación al Imperio romano del territorio
Astur que acabaría transformándose en un importante núcleo civil. Hacia el año
19 a.C. se asentará una parte de la citada legión sobre el pequeño cerro en el
que hoy se encuentra el centro de la ciudad.
Imagen sacada del artículo de Cuervo Álvarez. pág. 77
El
campamento daría paso a una fundación civil en torno a finales del reinado de
Tiberio o comienzos del reinado de Claudio. Existió una primera construcción de
dos fosos como sistema defensivo que todavía hoy se conservan, pero desde que
la población se convierte en ciudad romana, se levanta una primera muralla. El
interior de la urbs Asturica Augusta albergaba
un área que debía cumplir las funciones de Foro. Presenta exedras
semicirculares y cuadradas, algunas en posición axial. En su lado occidental se
abre un espacio pavimentado de opus sectile, que presenta una entrada in
antis. Construido en opus caementicium, por medio de un encofrado
de madera, su construcción motivó la elevación de toda el área en la que se
enclava.
En
el interior de Asturica Augusta se encontraban las denominadas Termas Mayores y
Termas Menores. Las primeras se hallan en el centro de la ciudad. Se
construyeron a mediados del s. I d. C y se cree su se prolongó hasta mediados
del siglo III.
La
ciudad también estaba dotada de dos sistemas de alcantarillado, uno data de la
época de la dinastía Julio-Claudia y el segundo de época Flavia.
Una
de las principales razones por las que se explica la importancia de Asturica
Augusta es por su vital posición en el comercio de Hispania. Esta ciudad
comunicaba a través de las vías por la costa, de manera que era un punto clave
en el comercio. Además, Asturica era el principal centro minero del noroeste de
Hispania, desde el cual se controlaban todas las explotaciones de la zona y
cuya importancia aurífera era de gran necesidad para el Imperio Romano.
De
esta manera se puede concluir que la importancia de Asturica Augusta como
ciudad del Norte de Hispania era sin lugar a dudas la de un centro económico,
comercial y militar para Roma. Un lugar que pasó a ser capital del conventus
que lleva su nombre y cuya importancia para el Imperio no cesó hasta la crisis
del Bajo Imperio Romano ya en el siglo III.
Bibliografía
CUERVO ÁLVAREZ,
Benedicto, La urbs Asturica Augusta, en
“Historia Digital”, 14, (s.l., 2014), págs. 72-110.
BURÓN ÁLVAREZ, Milagros y GARCÍA MARCOS, Victorino, en "Termas romanas en el occidente del Imperio: II Coloquio Internacional de Arqueología en Gijón, (Gijón, 1999), págs. 207-214.
VIDAL ENCINAS, Julio Manuel, en "Actas de los XII Cursos Monográficos sobre el Patrimonio Histórico", Reinosa, 2001, págs. 357-380.
Por: Álvaro Rodríguez
Vildé (Soria)
Volvemos en esta nueva entrada con un hallazgo único en la Meseta Norte de época romana. Esta vez nos vamos a Soria a estudiar un monumento funerario y una villa cercana a este. El pueblo de Vildé puede ser una buena alternativa para hacer turismo un fin de semana, eso sí, hay que intentar no ir en invierno para evitar congelarnos.
El
pueblecito de Vildé está situado a tan solo 17 kilómetros de Burgo de Osma. Es
conocido principalmente por tener el único monumento funerario turriforme del
norte de la Península a excepción de Cataluña.
Este
edifico de planta rectangular tiene unas dimensiones de 5,30 por 6 metros hacia
el exterior. Consta de dos plantas y está compuesto de hormigón, es decir, de opus caementicium
rellenado con trozos de cerámica. El monumento se encuentra parcialmente
deteriorado puesto que nunca ha sufrido una restauración, y el tiempo y los
estragos de la naturaleza han hecho mella en él.
El
monumento funerario que data de época romana se sitúa entre los siglos I y IV
d.C., esta oscilación de tiempo es muy grande, pero el problema es que los
elementos que encontraron en superficie van desde una moneda de época tiberina
hasta restos de terra sigillata hispánica tardía. Sin embargo, según las
técnicas constructivas, el edificio estaría encuadrado en algún momento a
finales del siglo II y principios del III d.C.
Imagen sacada del artículo de García Merino citado en la bibliografía, pág. 55
No
obstante, a pesar de ser el monumento funerario el principal reclamo
arqueológico del pueblo, a su alrededor también hay diversos yacimientos
arqueológicos de suma importancia: una necrópolis posthallsttática; y un
establecimiento hispanorromano en Traslashuertas.
Imagen sacada del artículo de García Merino citado en la bibliografía, pág. 42.
El
yacimiento de Traslashuertas se trata de un establecimiento de tipo rural, al
parecer una villa. En el lugar donde antaño estuvo encuadrada la villa
encontramos una gran abundancia de restos materiales tales como, terra
sigillata de su variedad hispánica, objetos de bronce y hierro, sillares,
mármoles, etc. Toda el área se encuentra removida por las labores agrícolas que
se han ido llevando a cabo, lo que ha provocado una mezcla total de gran parte
de los restos que allí se han encontrado.
A
su vez, también se encontraron restos de lo que parece ser un hypocaustum, de manera que esto nos
podría indicar la existencia de una terma dentro de la villa.
Bibliografía
GARCÍA MERINO,
Carmen, Un sepulcro romano turriforme en
la Meseta Norte. El yacimiento arqueológico de Vildé (Soria), en “Boletín
del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología”, 43, (s.l., 1977), págs.
41-60.
Por: Álvaro Rodríguez
Bilbilis
Bílbilis
Bilbilis
Autor: Sara Varela Ruano
En esta nueva parada en
el conventus cesaraugustanus, veremos
la antigua ciudad romana de Bilbilis,
al menos lo que queda de sus restos, estamos hablando de la principal ciudad
del propio conventus, solo superada
por Caesaraugusta, y asentada sobre un emplazamiento estratégico de primer
orden, como luego se verá. Ocupando la superficie nada despreciable de 30
hectáreas.
Aunque tradicionalmente
se la ha asociado al actual municipio de Calatayud, lo cierto es que, en verdad,
aunque está situado en sus proximidades, pertenece al de Huérmeda, situado como
es lógico en la provincia de Zaragoza. Su importancia estratégica viene de la
mano de su posición en el espacio. Si se coge un mapa se verá como era ruta de
paso obligada en las calzadas que pretendían abandonar la meseta e introducirse
en el valle del Ebro, a través del sistema ibérico por la cual transcurría el
río Jalón, principalmente aquella calzada romana que unía Complutum con Caesaraugusta,
lo cual qué duda cabe, contribuyó a su consolidación como ciudad de primer
orden.
A nivel económico, más
allá de su pujanza comercial, lo cierto es que se asienta sobre una de las
comarcas más fértiles de Aragón, pues al contrario que la zona más alejada del
valle del Ebro, aquí los terrenos y la climatología eran aptos para el cultivo
de cereales y de otras especies como manzanas, así como el vino.
A nivel histórico, aunque
se desarrollará más adelante, cabe mencionar que, de manera previa a la llegada
de los romanos, existía un oppidum
celtibérico (los restos de esta antigua ciudad se han documentado bajo el foro
romano), el cual con motivo de la conquista fue arrasado y sobre él, terminaría
construyéndose la nueva ciudad, la cual antes de época imperial había
desempeñado un gran papel en las guerras sertorianas que enfrentaron a Sertorio
con Pompeyo. Una ciudad que no fue digna de tal nombre hasta que el emperador
Augusto, como hizo con muchos otros yacimientos, fueron promocionados a la
categoría de ciudad. Una urbs que vería como se la dotaba de los edificios que
hacen grande entre los siglos I-II d.C, aunque la mayor contribución vendría de
la mano tanto de Augusto como de Tiberio, probablemente esta teoría es
sostenida por los arqueólogos porque han sido en época de estos emperadores las
monedas que se han encontrado en las sucesivas excavaciones que se han
realizado. Si el siglo IV es la época dorada de las villae, lo fue en detrimento del mundo urbano que comenzó a perder
importancia en su favor. Esto fue lo que sucedió con Caesaraugusta, que a partir del siglo citado comenzó a perder
importancia hasta que durante los siglos V-VI, fue abandonada y quedó subsumida
en la historia. Las primeras investigaciones tuvieron lugar por Carlos Ram de
Riu en torno a 1900, en 1933 excavó en Bilbilis Schulten y en los años setenta del siglo pasado lo haría
Manuel Martín-Bueno, momento a partir del cual se dio a conocer gran parte de
lo que se conoce actualmente.
Plano Bilbilis. García Villalba, Claudia y Sáenz Preciado, Jesús Carlos. 2015, 222.
Como es lógico, no podría
comenzarse a desarrollar los principales edificios, sin antes hablar acerca de
que elementos condicionaron su edificación, uno de ellos, quizás el más
importante, es el relieve. Un relieve que per
se proporcionaba a Bilbilis la cualidad de convertirse en un baluarte
defensivo prácticamente inmejorable. Pero que, como contrapartida, obligaba a
adaptarse a sus desniveles, ello fue una de las razones por las que se pusieron
en marcha las llamadas técnicas de aterrazamiento (construir la ciudad a
distintos niveles, allanando cada uno de ellos y asegurando firmemente las
construcciones a la tierra), estos niveles eran el inferior donde estaban las
termas, el medio donde se encontraban las viviendas y el teatro y el más
elevado el del foro culminado por templo de culto.
Como toda ciudad que se
precie, debía tener un foro. Así fue, como ya sabréis, se situaba prácticamente
en la confluencia del cardus y el decumanus. Aquí tenían lugar actividades
sociales de índole política, religiosa o económica, además de social, porque no
hay que olvidar que era en el foro donde los individuos más preponderantes
socialmente contaban con una escultura propia símbolo de estatus. Aunque se
construyó a caballo entre los reinados de Agusto y Tiberio, parece que Trajano
en el siglo siguiente dejó su huella. Dentro de esta parte de la ciudad se
encontraban la basílica donde se impartía justicia, la curia, donde los
curiales deliberaban sobre todo asunto que incumbiese a la ciudad y el templo,
en el cual se rendía culto a la tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva),
así como al emperador. Al ser un espacio porticado el foro, en ocasiones se
daba la situación de que en los soportales se aprovechaban para poner a la
venta objetos de prestigio (tabernae),
mientras que aquellos productos de primera necesidad se adquirían en el
conocido como mercatum.
Restos del foro, con el templo en la cúspide. https://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%ADlbilis#/media/File:Ciudad_romana_de_Bilbilis,_Calatayud,_Espa%C3%B1a_2012-05-16,_DD_02.JPG.
Una vez expuesto el foro,
es hora de adentrarse en el conocimiento del teatro, éste se encontraba
extramuros como es común que sucediera en muchas ciudades romanas, debido
fundamentalmente a razones de espacio, se encontraba el teatro, en este caso se
aprovechó el relieve del terreno para enclavar en la roca el graderío o cavea (inma, media y summa según la altitud a la que se encontraran las
gradas). El diámetro de dicho graderío llegó a alcanzar 78 metros. Su capacidad
tampoco era nada desdeñable, ya que se ha estimado que dicho teatro pudiera
albergar a 4.500 personas. El drenaje del teatro era posible gracias a una
cloaca que transcurría bajo el mismo y la cual estaba recubierta por hormigón
hidraúlico al tener este material la cualidad de ser impermeable. El escenario
al que dirigían sus miradas los espectadores, tenía dos partes: la orchestra y el frons scenae, situadas
ambas en una posición enfrentada al graderío para que pudiera verse la obra. El
sacellum o recinto sagrado se situaba
en la summa cavea. Desgraciadamente
no se encuentra en un estado de conservación mucho mejor, debido a que a lo
largo del tiempo el yacimiento de Bilbilis ha sido utilizado como una cantera
para proveerse de materiales para futuras construcciones. En términos
generales, parece que el teatro fue construido a caballo entre época flavia y antonina
(mediados siglo I y siglo II).
Las termas que se
encuentras en el nivel inferior de la ciudad fueron construidas casi con total
seguridad a principios del siglo I d.C, ya que para cuando concluyó el
siguiente siglo, las mismas ya estaban prácticamente en desuso. Contaba con las
estancias características de una terma (baño público las balnea eran privadas); frigidarium
(baño frío), tepidarium (sala
templada), caldarium (baño caliente).
Evidentemente el agua de estas estancias era llevada a unas cisternas que
proporcionaban el agua necesaria.
También se han
documentado en la ciudad ejemplos de viviendas, de cierto poder adquisitivo,
que nos permite hacernos una idea acerca del modo de vida de los lugareños. Ejemplo característico es la conocida como Domus I, la cual fue construida según
parece coincidiendo con el inicio de la época imperial (finales del siglo I
a.C), se encuentra situada de manera contigua a las termas. Desde la calle se
podía tanto acceder a la vivienda como comprar productos en las tabernae que se encontraban incrustadas
en el edificio, esto es algo que se ha visto también en otros yacimientos. La
estructura de la vivienda era muy sencilla, no hay imaginarse algo similar a
las grandes villae, que habréis
podido leer en el blog, se organizaba en torno a un atrio tetrástilo (cuatro
columnas), alrededor del cual se distribuían las estancas de la domus: los cubiculae (dormitorios), balneum (baños privados,
contaban con praefurnium-horno- e hypocaustum-sistema
de calefacción-), tablinium (despacho
o área de trabajo del pater familiae),
triclinium o lugar de celebración de banquetes, y la cella ostiaria, algo denota un gran poder adquisitivo pues
albergaba al guardián una especie de mayordomo que anunciaba al señor las
visitas o velaba por la no profanación del carácter privado del hogar. Los
materiales utilizados eran bastante sencillos, siendo hegemónicos en el patio
el empleo de yeso, salvo en los capiteles que se hacían en piedra tallada.
Domus
I. Uribe Aguado, Paula. 2004, 209.
Bibliografía
García Villalba, Claudia
y Sáenz Preciado, Jesús Carlos. 2015: “Municipium
augusta bilbilis ¿Paradigma de la crisis de la ciudad julio-claudia? En
Brassous Lourent y Quevedo Sánchez, Alejandro (coords.) Urbanisme civique en
temps de crisis: les espaces publics d´Hispania et l´Occident romain entre les
IIe et le 4e, 221-236.
Márquez, Carlos y
Ventura, A. 2006: Jornadas sobre teatros
romanos en Hispania. Córdoba 2002, Córdoba.
Martín-Bueno, Manuel y
Sáenz Preciado, Carlos. 2004 (marzo) : “Bilbilis. La ciudad de Marcial”, Kausis, 44-47.
Uribe Agudo, Paula. 2004:
“Arquitectura doméstica en Bilbilis: la domus I”, Saldvie 4, 191-220.
Bilbilis
Autor: Sara Varela Ruano
Segobriga
Segobriga
Probablemente, si hay
un yacimiento del que todos hayamos oído hablar alguna vez, ese es Segobriga
probablemente. Junto con Carthago Nova o Tarraco, estamos ante uno de los
restos de antiguas ciudades romanas mejor conservados, y por ello, más fácil de
divulgar y dar a conocer al conjunto de la sociedad. Así que ya sabéis, si os
gusta la arqueología romana y os interesaría conocer como era un municipium de Hispania, no dejéis
escapar la oportunidad de ir, ya que solo dista de una hora de Madrid.
A nivel geográfico el
yacimiento se encuentra situado sobre un cerro de unos 857 metros de altitud a
cuyos pies discurre plácidamente el río Cigüela (afluente del Guadiana), que si
bien, no es demasiado caudaloso, sí que es cierto que ejerció tradicionalmente
un papel defensivo en el sentido de que suponía una suerte de foso para los
invasores. Para conocer el yacimiento (ocupa una superficie de 10,5 hectáreas)
y disfrutar de su museo, hemos de desplazarnos a la provincia de Cuenca,
concretamente al municipio de Saelices.
En un plano histórico,
aunque esta entrada vaya a versar sobre las construcciones de época
altoimperial, no podría olvidarse hacer mención a que no fue una ciudad
construida ex novo, todo lo
contrario, ya que como por ejemplo el yacimiento de Veleia en Álava, estaba
habitado por pueblos prerromanos desde el milenio I a.C, si bien es cierto que
en el caso de la primera los habitantes eran celtíberos a juzgar por su propio
nombre. No sería hasta época de Augusto cuando se emprendiera la construcción
de las edificaciones más conocidas de la ciudad, la cual alcanzó su época de
mayor importancia entre los siglos I-III d.C, momento en el que estaba
comunicada por la red viaria, con Carthago, Valeria y Complutum (Alcalá de
Henares) aunque siguió teniendo cierta relevancia a nivel regional hasta la
conquista de los musulmanes a comienzos del siglo VIII.
Su importancia ya era
conocida desde el siglo XVI, cuando se identificaron los restos que tímidamente
sobresalían con los de la propia ciudad, pero no sería cuando el Plan Nacional
de Excavaciones de 1953 puso en marcha un proceso de prospección y de sacar a
la luz aquellos restos que entonces no se conocían, hasta dar el aspecto que a
día de hoy tiene el yacimiento (las excavaciones concluyeron en 2013), como no
podía ser menos, en los años setenta se inauguró ya el museo, con la finalidad
de divulgar lo conocido sobre el mismo, aunque ha sido perfeccionado a lo largo
del tiempo.
Para vencer los
problemas generados por la pendiente del terreno, los romanos en la
construcción de los principales edificios: teatro, anfiteatro, termas, foro, se
vieron obligados a realizar técnicas de aterrazamiento que consiguieran salvar
el problema del desnivel. No olvidéis que todas ellas fueron construidas a
partir del siglo I a.C, una vez que Augusto la promocionó a la categoría de
ciudad (municipium), y sobre todo
durante el primer siglo después de Cristo. Como no podía ser menos, una ciudad
que se preciara debía de tener muralla (era el elemento característico del
mundo urbano) y en el caso de Segobriga alcanzó un perímetro que excedía el
kilómetro.
Una vez dicho esto ya
es hora de relatar brevemente el análisis urbano de la propia ciudad. Para
empezar lo más importante es que el kardo
travesaba la ciudad en sentido norte-sur (bajo el cual transcurría la cloaca maxima de la ciudad) mientras que
el decumanus lo hacía este-oeste, de
tal manera, que en el punto donde ambos coincidían o en las proximidades se
situaba el foro, punto comercial por excelencia y construido en las postrimerías
del siglo I a.C (ca.15 a.C) en época augustea. Se sabe que el foro consistía en
un espacio abierto (más de 1.200 m2 de superficie), porticado y con
cuatro entradas, una en cada uno de los puntos cardinales. El foro era el
centro de la vida social de la ciudad, en la cual numerosos potentados locales,
pugnaban porque la ciudad les erigiera una estatua en este espacio, lo cual era
signo de prestigio, de hecho el propio emperador Augusto tenía una que presidía
el pórtico sur del foro. En su flanco oriental se elevaba la basílica, la cual
fue construida probablemente al mismo tiempo que el propio foro y era el lugar
en el que los magistrados de la ciudad impartían justicia, pero también se
realizaban, numerosas transacciones comerciales. Al otro lado del foro, se
encontraba el templo de culto a los emperadores, construido en época flavia
(finales del siglo I) y en el cual se rendía culto al emperador pues era algo
obligatorio, era una liturgia que comenzó ya con el propio Augusto.
Una vez abandonamos la
basílica, tenemos que ascender a un nivel superior en la ciudad para acceder entre
otras estancias las termas, las cuales fueron construidas en la misma época que
el templo de culto al emperador anteriormente referido, ocupa una superficie de
casi 3.600 m2, y coronan el cerro de Cabeza del Griego. Como ya
habréis intuido al leer sobre las termas de otras ciudades, eran un punto de
vida social, cuando se accedía a ellas
se pasaba al apodyterium o vestuario,
luego a la palestra donde se preparaban para el baño o descansaban, más tarde
comenzaban por el frigidarium o baño
frío, tepidarium o sala templada,
para terminar en el caldarium que era
el baño caliente, para terminar en una sauna (laconium). Estuvieron en uso
hasta su abandono en el siglo III.
En la parte
septentrional de la muralla, se encontraban los lugares destinados a albergar
los distintos espectáculos de los que disfrutaban los habitantes de la ciudad:
teatro (construido en época de Tito y Vespasiano, es uno de los mejor
conservados de Hispania y en él se celebraban no solo representaciones
teatrales, sino que en muchas ocasiones la procesión imperial terminaba en él y
en el escenario había un altar con la final de rendir culto al emperador),
anfiteatro (1.100 m2 y con capacidad para 5.500 espectadores, en el
cual se celbraban juegos galdiatorios y venationes)
y el circo (con capacidad para 10.000 espectadores, la pista tenía una
superficie de 400 metros de largo por 74 de ancho, fue construido a finales del
siglo II). Los dos primeros curiosamente se hicieron aprovechando el desnivel
del terreno, directamente excavados en la roca, especialmente en el sector en
el cual se sentarían los espectadores, conocido como cávea, la zona en donde se
sentaban podía llamarse en función de su proximidad a la piso como ima cavea, media cavea y sumum cavea.
Con ocasión de la crisis, el teatro y el anfiteateatro terminaron siendo
utilizados para labores agrícolas. Pese al ello en época visigoda se
construyeron una basílica y casas adyacentes de manera más dispersa.
Foro romano. https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/64/Segobriga_Foro.JPG
Anfiteatro. https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/ef/Saelices_-_Segobriga_3.jpg/1280px-Saelices_-_Segobriga_3.jpg
Teatro de Segobriga. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Teatro_romano_Segobriga.jpg.
Bibliografía
Cebrián, Rosario. 2014:
Segóbriga: municipio romano, Cuenca.
Vicente Castro Martínez.
Los Villares (Quintana del Marco)
Bienvenidos seáis todos
nuestros visitantes. Continuamos en tierras leonesas, esta vez con una de las
villas más importantes de la región, la de Los Villares. Enmarcada en las
cercanías de Quintana del Marco, valga la redundancia, esta villa es uno de los
mejores ejemplos de lujo romano de la zona. Sin más dilación vamos al apartado
teórico y a ver qué os parece esta maravillosa villae.
Este
yacimiento, excavado desde 1898 es uno de los más significativos de León desde
el punto de vista artístico. Estamos ante una de las colecciones de mosaicos más
impresionantes de toda la fachada norte peninsular.
A
pesar de que el yacimiento se encontró muy deteriorado por los expolios y las
labores agrícolas de la zona se pudieron rescatar varios mosaicos. Uno de estos
es el llamado mosaico de “Hilas y las Ninfas”. Este mosaico es el más famoso de
la provincia de León, conservado en el Museo Arqueológico homónimo.
Se
trata de una escena mitológica harta conocida en la antigüedad que habla sobre
el rapto de Hilas por parte de las ninfas. En el relato se habla de lo
siguiente:
“Hilas, escudero y amante de Hércules, era un joven de gran belleza.
Durante la expedición de los Argonautas, en una escala en Misia, Hilas recibió
el encargo de ir a por agua a un lago, donde habitaban las ninfas. Cuando estas
lo vieron llegar quedaron prendadas de su belleza lo raptaron y le confirieron
la inmortalidad. Hércules, desolado, lo buscó en vano mientras que los
argonautas los abandonaban a ambos y seguían con su expedición”. En el mosaico leonés
se representa el momento exacto en el que las Ninfas agarran a Hilas y lo arrastran
con ellas hacia las aguas del lago.
El asentamiento estaba
muy próximo a las ciudades de Clunia y de Uxama, de manera que se piensa que
pudo haber relación a través de vías secudnarias. No muy alejada está la Vía
Nova, que une la ciudad de Asturica Augusta con Bracara Augusta. La ocupación romana
se remonta al siglo I d.C, en plena época altoimperial, pero los mosaicos tan
ricos que tiene la villa son de época bajoimperial, es decir, del siglo III
d.C.
La villa conoció su
final en el siglo V d.C., con la llegada de las invasiones bárbaras a la península
ibérica y dejó de estar habitada hasta que se encontraron los restos a fines
del siglo XIX.
Bibliografía
Ruegueras Grande, F. (1999), Algo más sobre los mosaicos leoneses, en
“Brigecio: revista de estudios de Benavente y sus tierras”, Nº9, págs. 57-72.Gutiérrez Pérez, J, Villalobos García, R y Odriozola Lloret, C. (2014), Teselas de color verde de los mosaicos de Aquiles en Skyros (La Olmeda, Pedrosa de la Vega, Palencia), Océano y Las Nereidas (Villa Possidica, Dueñas, Palencia) e Hilas y las Musas (Los Villares, Quintana del Marco, León), en “Investigaciones Arqueológicas en el Valle del Duero: Del Paleolítico a la Antigüedad Tardía”, Glyphos Publicaciones, págs 369-385.
Por: Álvaro Rodríguez
Iruña-Veleia
Iruña
Iruña-Veleia
Vicente Castro Martínez.
¡Hola de nuevo! En esta
entrada ponemos rumbo al norte de España, dejamos tierras cálidas del sur o meseteñas,
y nos marchamos a lo que hoy se conoce como País Vasco, concretamente a la
provincia de Álava y aún más concretamente al municipio de Iruña de Oca-Langraiz
Oka en vascuence-(oficialmente entre Villodas y Trasponte), probablemente la
que recibió la romanización en un grado mayor que sus vecinas Vizcaya y Guipúzcoa.
Lo curioso que vamos a ver en este yacimiento es la yuxtaposición y en parte la
continuidad que se establece en la zona entre la época prerromana (primer
milenio antes de Cristo) y las épocas altoimperial y bajoimperial, las cuales
vienen marcadas por un hito que revelaba el cambio de la situación que desde
hacía dos siglos se vivía en estas tierras; la construcción de murallas a
caballo entre los siglos III y IV (coincidiendo con la recuperación imperial de
comienzos de la época tetrárquica). Estamos ante un yacimiento que los vascos
llevan a gala como uno de los más importantes de su tierra. Esta importancia
derive probablemente a día de hoy por hallarse a 10 kilómetros de la capital
autonómica, Vitoria y en época imperial por su proximidad a la vía romana (iter
XXXIV) que unía asturica augusta (Astorga)
y la actual Burdeos, algo que sin lugar a dudas propició su importancia pasada.
Algo que es necesario aclarar es que los materiales encontrados en las
sucesivas campañas que han tenido lugar no se encuentran en el propio
yacimiento, ya que no está museizado como si lo están los de Las Musas o
Almenara de Adaja por ejemplo, sino que han sido trasladados al Museo Bibat (arqueológico)
en la ciudad de Vitoria.
Una vez terminadas las guerras
contra los vascones en época de Augusto y sobre todo en época Flavia, tuvo
lugar el surgimiento de lo que probablemente fue la ciudad de Veleia, la cual hasta el siglo III,
disfrutó de su etapa de mayor esplendor, dotada de no pocas viviendas lujosas y
de un número importante de edificios públicos, desgraciadamente apenas se
conserva nada de aquello en nuestros días salvo muros y fragmentos de la
muralla, la cual se construyó en el siglo siguiente. Es probable que la ciudad
de Veleia fuese la más importante de
entre todas las fundadas por los romanos en el norte de España. Además, el
hecho de que estuviese construido en un oppidum,
le confería una visita del entorno, y los visitantes que decidan ir a
conocer el yacimiento tendrán una panorámica perfecta de la Llanada Alavesa, la
cual ha sido y es una zona muy apta para el cultivo del cereal, de lo que nos
deja pruebas el hallazgo de utensilios agrícolas.
A pesar, de que se
tuviera constancia desde el siglo XVI, de la historia del yacimiento, lo cierto
es que las primeras excavaciones tuvieron lugar en 1866 y 1900. En estas se
hallaron tanto objetos de adorno (joyería), como otros útiles de labranza,
llaves romanas, cuchillos destinados al sacrificio, y, sobre todo, en la
segunda de ellas un pavimento marmóreo que se asoció a las termas de la ciudad.
A partir de los años sesenta del siglo pasado, las campañas arqueológicas que
se sucedieron, arrojaron gran luz sobre lo que pudo ser el yacimiento. Para empezar las murallas que a juzgar por los
contornos que presentan los restos, es claramente delimitable. Tradicionalmente
se le han dado unas dimensiones bastante considerables, 10 metros de alto y
entre cuatro y cinco metros y medio de grosor.
También han sido hallados
restos del impluvium (una especie de
punto donde se almacenaba el agua para garantizar el suministro de la domus, que era la vivienda de los
patricios por decirlo de alguna manera, su función es similar a la que han
tenido hasta hace bien poco los pozos), así como algo que se ha venido a llamar
el castellum acquae la razón que dan
al respecto es que su estructura es muy similar a la de su homólogo en el
campamento de la Legio VII Gemina en León, es decir la cisterna en la cual se
decantaba el agua que se traía a la ciudad del río Zadorra para eliminar
impurezas y a partir del cual se abastecía a la ciudad. Al contrario que sucede
con las villae, la época
bajoimperial, es un momento de decadencia para el mundo urbano que poco a poco
comienza a perder población por diversas razones en favor del mundo rural, que
ve en esta época su momento de esplendor, lo cual se reflejará en el lujo de
las villae a partir del siglo IV. De
hecho, aunque a día de hoy en el entorno no se observen evidencias, muchos
arqueólogos piensan que es probable que la población se extendiera más allá de
las zonas elevadas hacia la zona baja donde se encuentra el teatro, al haberse
encontrado allí restos, sin embargo, debido a las invasiones germanas de los
siglos IV-V apenas se han encontrado restos de ésta última época.
Una vez hablado de manera
más o menos clara de aquello que trascendía intramuros, solo queda hacerlo de
aquellas estructuras que se situaban extramuros (más allá de la muralla), sobre
todo del ya mencionado teatro, construido en época altoimperial y que mientras
por un lado se aprovechaba el sector oriental de la muralla en su construcción,
por otro lado mediante la construcción de un eje de contención, se dio forma al
graderío en donde, los asistentes disfrutaban de las obras teatrales que
entonces se representaban. Se han dado para el escenario o pulpitum unas dimensiones de 18 metros de anchura y 72 metros de
longitud. También se especula que en la prolongación de este muro de contención
pudieran encontrarse las termas a juzgar por los elementos que allí se han
encontrado.
Topografía del terreno. Nieva Filloy, Idoia, Zubilaga Gil, Eliseo, et alii. 1991, 244.
Teatro. Ibídem, 257.
Contrafuertes de la muralla. Ibídem, 261.
Bibliografía
Gil Zubilaga, Eliseo.
1997: “El poblamiento en el territorio alavés en época romana” Isturitz: Cuadernos de prehistoria-arqueología
8, 23-52.
Nieva Filloy, Idoia,
Zubilaga Gil, Eliseo, et alii. 1991: “Algunas
precisiones en torno a la ciudad romana de Iruña”, Cuadernos de Sección
Prehistoria-Arqueología 4, 239-263.
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Vicente Castro Martínez.
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