Cantera del Mèdol (Tarragona)

Esta gran cantera de piedra caliza, próxima a Tarraco, sería una de las principales canteras de la región. Para los romanos las construcciones de piedra eran bien conocidas para edificios que buscaban ser de un carácter imperecedero o cimientos, aunque los materiales de construcción más usados serían la madera, el ladrillo y el hormigón. Serviría para realizar los edificios más importantes de Tarraco en época republicana y se seguiría usando en época imperial. Se encuentra próxima a la Vía Augusta, lo que facilitaría su comercio y distribución.

Cuando la roca era blanda se usaban sierras dentadas o cables de acero, obteniéndose un trozo muy limpio, si era dura debían de recurrir a la inserción de cuñas de madera o metal. Al bloque extraido se le daba forma con un pico de acero llamado maellus, para dejar el bloque completamente liso y cuadrado o con la forma conveniente en otros casos, como para hacer una dovela de un arco.



BIBLIOGRAFÍA:

Revista del Ministerio de Fomento, "Las canteras de la imperial Tarraco. El Médol" Vol. 596, 2010, pp. 70-75.

Por Rafael Guerrero.

Las bodegas romanas de Teià (Barcelona)

La zona del conventus tarraconensis parece haber sido una zona de importancia para la producción de vino, al parecer no era un vino que tuviera una gran calidad, pero Plinio el Viejo habla de su popularidad. Se empezaría a realizar ésta actividad a mediados del siglo I d. C, si bien se iría intensificando en el siglo II d. C.

Las construcciones no incluyen solo almacenes y campos de cultivo, también se encuentran edificios tan llamativos como el calcatorium que era un pequeño hoyo en el suelo para realizar la pisa de la uva o el lacus vinarus donde se fermentaria el mosto.


Lacus vinarus                                                          calcatorium

BIBLIOGRAFÍA:

MARTÍN I OLIVERAS A. (2011-1012) Anales de prehistoria y arqueología, "Arqueología dle vino en época romana: el proyecto de Celia Vinaria y el complejo vitivinícola de Vallmora (Teià-Maresme, Barcelona)", Vol. 27-28, pp. 113-139.

Por Rafael Guerrero.

Yacimiento de Iesso (Lérida)

Nos hallamos ante Iesso, bajo la actual ciudad de Guissona, en la provincia de Lérida. Parece haber sido un asentamiento romano importante que se fundaría alrededor del siglo I a. C, y tendría cierta influencia en todo el ámbito de la provincia de Lérida como centro de comercio.

Sigue la red ortogonal y los patrones de urbanismo romanos de la época, y lo más destacarle posiblemente sea su gran muralla, que la rodea. Además tiene unas termas y dos necrópolis bien documentadas.

Fue mencionada por Plinio el Viejo y por Ptolomeo, lo que permitió ser de los primeros yacimeintos de ésta zona descubiertos, en el año 1933.



BIBLIOGRAFÍA:

GUITART Y DURAN J. PERA I ISERN J. y ROS J. (2003) Actes de les jornades d`arqueologia y paleontologia 2000, "Arqueologia a l`antigua ciutat romana de Iesso", Vol. 1, pp. 313-342.

Por Rafael Guerrero.

Yacimiento de l`Alqueria de Moncofa (Castellón)

Este yacimiento del que me dispongo a hablar parece haber sido un centro de producción importante durante el Imperio, si bien un as (moneda de bronce de romana) de la época de Pompeyo Magno nos indica sus orígenes en época tardorrepublicana. Parece haber sido un villa con finalidad de explotación agrícola cuya existencia se prolongaría hasta el siglo IV d. C. Se encuentra junto a la vía Augusta, lo que facilitaría sus relaciones comerciales con otras regiones. La vía Augusta era un vía que recorría toda la costa Mediterránea y la Bética, y parece haber sido de importancia fundamental en la Península Ibérica.

Se han encontrado también restos en grandes cantidades de cerámica común, de utensilios agrícolas y de terra sigilata africana e hispanica. La terra sigilata es una cerámica de gran calidad que se daría durante toda la época imperial, existían de tipo  italica, galica, hispanica, y del norte de África, las de mayor calidad serían las dos primeras. Se trataría de una cerámica, como se muestra en la foto, muy fina, decorada, de colores rojizos y brillantes gracias a un barniz y realizada gracias a un molde, la existencia de ésta cerámica indica dinero.

En la villa también se han encontrado numerosas construcciones de tipo agrícola y una suerte de estanques para almacenar agua, posiblemente para regadío.



BIBLIOGRAFÍA:

OLIVER FOIX A. y MORAÑOPOBLADOR I.(1998), Quaderns de prehistòria y arquelogia de Castelló, El yacimiento romano de  l`Alqueria de Moncofa, Vol. 19, pp. 371-394

Por Rafael Guerrero.

Acueducto del Gayá, cerca de Tarraco.

El agua es fundamental para todas las ciudades, y esto los romanos lo tenían muy presente, por lo que vamos a ver un acueducto.

Un acueducto es un sistema que transporta agua a las ciudades, se constituye de un sistema de cañerías, no necesariamente sobre arcos de piedra como estamos acostumbrados, ésto se haría para salvar desniveles, pero ni mucho menos es todo el acueducto. Se harían normalmente de hormigón dado la ligereza de dicho material que permitiría una construcción más fácil. Muchas veces se harían túneles en montañas y colinas para favorecer el paso de agua y  también se construirían pozas para que, al caer el agua en éstas, se limpiase de impurezas y siguiera su camino. Estos acueductos requerirían un mantenimiento constante.

El acueducto de Gayá satisfaría las necesidades de agua de la ciudad de Tarraco, y sería construido a principios del Imperio, a finales del siglo I a. C. Tendría una longitud total de 45 km, la mayor parte se hizo mediante la construcción de bóvedas de arcos de medio punto recubierto por opus signinum por el cual discurriría el agua. El opus signinum hormigón realizado con fragmentos cerámicos que serían muy ligeros para poder ir sobre los arcos. Al final de su trayecto, hay un sistema de sifón invertido para salvar el desnivel y llegar así a Tarraco.



BIBLIOGRAFÍA:

SÁNCHEZ LÓPEZ E. y MARTÍNEZ JIMÉNEZ J. (2016) Los acueductos de Hispania, Fundación Juanillo Turriano, Madrid, pp. 160-163.

Por Rafael Guerrero.

Iluro

Hablemos sobre un asentamiento que se halla bajo la actual Mataró, en la provincia de Barcelona. Éste sería la ciudad romana de Iluro, sería fundada ex novo en el siglo I a. C, con población procedente de a cercana Ilduro.

Se puede ver de Iluro su trazado ortogonal, es decir, una ciudad trazada en cuadrícula, con avenidas perpendiculares unas a otras, no como las ciudades medievales que tendrían un trazado más anárquico, se basaría en dos calles, el Cardo Máximo y el Decumanus Maximo, serían las dos principales calles, y donde se cruzan se encuentra el foro.

El foro era un edificio donde se comerciaban bienes de lujo, se encontraba la curia, una suerte de ayuntamiento donde se tomaban las decisiones de  la ciudad, y el templo para rendir culto a los dioses.

Además se conservan edificios como una gran cisterna para abastecer a la ciudad de agua, calles, casas y otros edificios, entre los que cabe destacar una iglesia paleocristiana, es decir, una iglesia de los primeros cristianos.


Recreación del Cardo Máximo de Iluro.

BILBIOGRAFÍA:

MARTÍN I MENÉNDEZ A. y GARCÍA ROSELLÓ J. (2002) Valencia y las primeras ciudades romanas, "La romanización del territorio de los layetanos y la ciudad romana de Iluro (Hispania Tarraconensis), pp. 195-204.

Por: Rafael Guerrero.


La necrópolis del Cami de la Platja dels Cossis y la romanización.

La romanización es el proceso cultural por el cual los indígenas  originarios del territorio van adquiriendo paulatinamente la cultura romana, y aquí tenemos un claro de ejemplo de ésta transición. La forma de enterrar a los muertos posiblemente sea el último rasgo que cambia en un pueblo. En ésta necrópolis próxima a Tarraco se puede ver dicha transición. Entre los pueblos ibéricos el ritual funerario tradicional es la incineración, mientras que los muertos romanos serían enterrados. Así pues en ésta necrópolis hay en un primer momento en el siglo I d. C una coexistencia entre ambos rituales funerarios, sin embargo en el siglo II y III se ve una preeminencia de la inhumación con alguna incineración tradicional, por lo que se puede decir que la aculturación, es decir, la imposición de una cultura sobre otra, es total. Desde el siglo II, la incineración pasaría a ser una práctica residual en ésta zona.

BIBLIOGRAFÍA:

SEVILLA CONDE A. (2009) Saldvie: Estudios de prehistoria y arqueología, "El impacto de romanización en los territorios de la Provincia Tarraconensis a través de la arqueología funeraria" Vol. 9, pp. 229-248.

Por Rafael Guerrero.